Te voy a hacer un regalo: Voy a dejarte echar una miradita
al mundo a través de mis ojos. Te voy a enseñar todo lo que te pierdes por
andar distraído en la superficie y no atreverte a ir más allá.
Yo voy con los ojos pegados al suelo porque soy muy tímida
como para mirar a la gente a la cara, además es mucha gente.
Pero mira, cuando me cruzo
con esa chica que te hace babear y en la que tu ves un monumento a la
belleza, yo veo que lo zapatos tan a la moda que lleva puestos le hacen daño.
Tiene los pies enrojecidos y le están causando ampollas. Le cuesta un poco
caminar con ellos y no creo que se sienta muy cómoda.
Si pasas cerca de un edificio en construcción y que está
casi terminado, del cual ya se puede apreciar que es una maravilla y piensas
que el arquitecto es un genio. Yo en cambio veo a un pobre tipo muy cansado que
con tal de que su trabajo quede perfecto se ha perdido de pasar muchas tardes
con su esposa sentados en el portal, de llevar a su hijo al parque y de estar
presente en el cumpleaños de su mejor amigo. También veo a un montón de obreros
que por su culpa también se han perdido de lo mismo. ¿Pobre gente, no?
Tú ves un súper auto, que corre a montón de millas por hora.
Yo veo una máquina infernal, que consume muchísimo combustible y que contamina
el medio ambiente.
Tú ves un jarrón muy sencillo y te parece de muy mal gusto,
vulgar. Yo solo me fijo en que las flores que lleva me encantan.
¿Sabes? Creo que me gusta el mundo que veo y no el que ves
tú.
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