viernes, 25 de mayo de 2012 | By: Sophae

Adele

Su voz llena todas las emisoras de radio, la tele, las casas y las cabezas de casi todo el mundo. Con una risa franca, una frescura única y naturalidad genuina, Adele es en mi opinión, lo mejor de la música internacional. No pretendo herir corazones, solo digo lo que pienso.

Creo que es el soplo de aire fresco que necesitaba la industria musical.  No se ustedes, pero yo ya estoy harta de tanta flacucha ceso hueco cantando las mismas cursilerías, una tras otra. Al menos esta chica lo hace de una forma más original. Porque esa es la palabra que la define: Original y genuina. Una mujer verdadera. Quien inventó esas palabras lo hizo pensando en que un día Adele nacería y la gente necesitaría describirla de alguna manera.

Esta mujer tiene una capacidad sorprendente de usar lo que tiene a mano y convertirlo en una obra de arte, de burlarse de ella misma (ver Adele en el Royal Albert Hall). La pasión detrás de las letras de sus canciones es real y sorprendente. Frente a su público no se muestra distante como algo inalcanzable. Solo entrega su música.

No estoy echándole flores que no se merezca. Tampoco me interesa su vida privada (la parte que no cuenta), si ha tenido problemas de alcohol y otras cosas, los escándalos en que se meta de aquí a veinte años. Adele, yo solo amo tu música y lo que me inspira. Me encanta que seas la única artista en años a quien no le importa verdaderamente no ser una flacucha estilizada para salir en cámara. No sabes lo bien que nos hace sentir a las chicas del mundo real que nuestra nueva cantante favorita no sea otro producto de plástico. Eso es lo que hace a esta cantante tan buena.

Hasta la próxima aventura.